viernes, 8 de enero de 2010

I, Recuerdo prestado

-Ha sucedido que cuando los niños son expuestos a una situación de gran peligro, el instinto de supervivencia y los pocos prejuicios aprendidos les permiten activar alguno de los sentidos que la mayoría de la gente ignora- dijo el oráculo mientras ella pensaba que eso explicaría por qué percibía muchas cosas sin entender bien qué significaba...

-Si tan sólo me hubiera pasado algo increíble de pequeña...

Entonces vino a su mente aquella tarde en el campo, cuando jugaban y correteaban juntos; sintió de nuevo, por un instante, la alegría de contar con ese chico, de querer descubrir el mundo juntos. Hacía tanto tiempo ya, eso había sido antes de aprender los oficios, antes de cualquier otro recuerdo.

Hasta unos momentos antes, no recordaba aquella amistad, no era parte de ella; pero ahora, ese día hacía perfecto sentido en su vida. Corrían veloces, como sólo los niños de 5 años pueden hacerlo; cuando cualquier espacio abierto significa una extensa llanura dorada donde el viento sopla fuerte y libre en la cara.

Entonces el viento sí que sopló y el cielo fue atravesado por una ráfaba de fuego. Era como un aro de fuego que recorriera el cielo y dejara ardiendo todo cuanto atravesara.

Entonces sucedió.

2 comentarios:

Talina dijo...

hay continuacion?... pronto, pronto!

Tpks dijo...

los cuentos no se cuentan de una vez