viernes, 15 de abril de 2011

Tu dios y mi dios


Todos los dioses son iguales. Nos cuidan, son modelos del hombre y la vida, nos invitan a ser buenos y nosotros los invitamos a traernos buena fortuna. Y ninguno es único, ninguno es el verdadero, tal vez ese es el secreto que nos separa de la tolerancia.

El verdadero dios ha de estar escondido para todos los hombres, no tiene caso buscarlo, llamarle, ni actuar en su nombre. El verdadero dios no hablará, sólo conecta, está presente, jamás juzga ni actua. Eso es trabajo del hombre.

Los dioses nos impulsan, nos ayudan a entender el mundo, a convivir. Pero es nuestra fe en ellos lo que logra tales objetivos, es al final de cuentas nuestra fuerza propia. A nosotros sólo nos queda vivir, vivir, vivir. Siempre se vive de la mejor manera posible.

jueves, 14 de abril de 2011