viernes, 22 de marzo de 2013

Crónicas de una matemática

He sobrevivido a la tormenta.


Después de una semana bastante intensa, la primera del doctorado y la que más he disfrutado desde la maestría, les contaré la historia del chilito mordido. 


Todo comenzó un día de enero cuando Louigi me avisó que la fecha límite para entregar un artículo había sido reagendada para el 15 de marzo. Así las cosas, Louigi se fue a Francia y prometimos trabajar juntos para cumplir con la fecha. Todo iba más o menos bien, cuando de repente... que me cae una gripita que me inmobilizó la cabeza y perdimos una semana entera. 

Cuando regresó Louigi, se dio cuenta que había un problema con un argumento que estaba correcto, por una razón incorrecta. Ése fue el primer chilito que mordí en los últimos 15 días :)   Por suerte, y después de mucho pensar y buscar y vagar como hormiguita que ha perdido el olfato, Louigi me indicó el camino y el chilito se solucionó de la manera más sencilla. 

Mientras tanto, conseguimos una semana más de gracia! Así fue como de la alegría y la emoción logré pasar una semana con escasas 4 horas de suenio al día (nótese que normalmente duermo 8 horas exactitas sin importar a la hora que me acueste). Trabajé a dos turnos, básicamente sin sentir cansancio y con una sonrisa en la cara :D 

Las cosas iban bien, hasta que ayer a las 12 de la noche Louigi se dió cuenta de un cambio de variable que era necesario. Él cansado y yo confundida, no nos dimos cuenta que ése pequeño detalle no afectaba la lógica del argumento. Fueron momentos de desesperación y duelo. Decidimos dormir y dejar pasar la fecha límite, deseando que de este imprevisto, por lo menos se rescatara un artículo más o menos decente a entregar en un futuro medio lejano. 

Como suele pasar en situaciones similares, la mañana trajo una perspectiva más clara. La conclusión es que no hay daños permanentes en el argumento y que el tiempo de terminación tal vez sea de una o dos semanas... 

Les seguiremos informando.

jueves, 21 de marzo de 2013

Life is one single shot

An opportunity to experience, create, feel, absorb with our senses and mind and spirit. 

Long and flexible as it may be, it is just  a single one.