jueves, 8 de diciembre de 2011

Amor 77

Y después de hacer todo lo que hacen, se levantan, se bañan, se entalcan, se perfuman, se peinan, se visten, y así progresivamente van volviendo a ser lo que no son.

Julio Cortázar
(Un tal Lucas)

jueves, 27 de octubre de 2011

miércoles, 26 de octubre de 2011

Mandelbrot

Es Mandelbrot!




...pensé cuando encontré esta foto del atardecer en Montreal.
-Sí, estoy segura.-
pero cuando veo de nuevo el famoso conjunto de Mandelbrot, me doy cuenta que la memoria me ha jugado una broma...

... o tal vez no tanto.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Charquito de colores

Era una noche cálida y soñó.

Con lluvia en charquitos de colores, ríos con destellos de diamantina y pececitos de cristal. Un manantial que te renueva cuando nadas directamente hacía él, del que nace toda el agua del mundo. Grandes bosques con olor a musgo y ocote, montañas cubiertas de florecillas lilas y suricatas vigilantes.

Soñó con su hogar, que huele a menta y canela.

Despertó mirando la luna. La luna siempre comprensiva la arrulla en su regazo.



viernes, 16 de septiembre de 2011

Una noche fría

Los habitantes de los suburbios fueron despertando a medida que las sirenas anunciaban a los bomberos pasando a toda velocidad por las calles, pero enseguida, dieron una vuelta entre las cobijas y volvieron a dormir.

No se sabe aún cómo comenzó el incendio, acaso una cortina delgada muy cerca de las resistencias de la calefacción encendida con descuido en una noche particularmente fría, o acaso una vela que se cayó en la habitación de una chica con tendencias románticas.

Aún después de un tiempo los vecinos que ya dormían no se dieron cuenta que los carros de bomberos no siguieron su camino sino que se quedaron sobre esa cuadra, unas cuantas casas adelante. En el último piso del edificio contiguo, unos jóvenes continúan con su fiesta de viernes, platicando sobre lo que ha pasado últimamente, aquéllos que fuman en el balcón ya dejaron de mirar a los bomberos que trabajan silenciosamente.

Un señora en la acera de enfrente mira a través de una ventana, desde la oscuridad, cómo los habitantes de la casa esperan en mangas de camisa y se arrebuja más en su bata de franela, mira la escalera de un carro que solo se alza con un gran reflector en la punta para iluminar la casa afectada, de la que sale un ligero humo blanco con olor a pino y a quemado.

El olor llega a la chica que se prepara para dormir, se acuerda de las noches que ha pasado en el campo, con amigos y familia, con ocote y grandes fogatas. Se oye otra sirena, apagada por la música de la fiesta y el buen aislamiento de las casas en el norte.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Sr. y Sra. Smith

Los dos se preparan para salir corriendo en el momento más adecuado, no saben cómo sucederán las cosas, pero han quedado de encontrarse más allá, después de que todo pasé.

Jadeantes, y preocupados los dos se refugian detrás de unos muebles a los lados de la habitación... la respiración entrecortada... ya no pueden más.

De pronto los dos se miran y sonríen, están locos y desafían a la muerte, pase lo que pase lo lograrán.

martes, 30 de agosto de 2011

Todo gato es un teléfono...

...pero todo hombre es un pobre hombre.



Que el teléfono funciona, todo gato lo prueba con una honradez mal retribuida por parte de los abonados bípedos; nadie negará que su teléfono negro, blanco, barcino o angora llega a cada momento con un aire decidido, se detiene a los pies del abonado y produce un mensaje que nuestra literatura primaria y patética translitera estúpidamente en forma de miau y otros fonemas parecidos.


Fragmento de 'Cómo se pasa al otro lado'

A Miru

Cómo se pasa al lado

Los descubrimientos importantes se hacen en las circunstancias y los lugares más insólitos. La manzana de Newton, mire si no es cosa de pasmarse. A mí me ocurrió que en mitad de una reunión de negocios pensé sin saber por qué en los gatos —que no tenían nada que ver con el orden del día— y descubrí bruscamente que los gatos son teléfonos. Así nomás, como siempre las cosas geniales.

Desde luego un descubrimiento parecido suscita una cierta sorpresa, puesto que nadie está habituado a que los teléfonos vayan y vengan y sobre todo que beban leche y adoren el pescado. Lleva su tiempo comprender que se trata de teléfonos especiales, como los walkie-talkies que no tienen cables, y además que también nosotros somos especiales en el sentido de que hasta ahora no habíamos comprendido que los gatos eran teléfonos y por lo tanto no se nos había ocurrido utilizarlos.

Dado que esta negligencia remonta a la más alta antigüedad, poco puede esperarse de las comunicaciones que logremos establecer a partir de mi descubrimiento, pues resulta evidente la falta de un código que nos permita comprender los mensajes, su procedencia y la índole de quienes nos los envían. No se trata, como ya se habrá advertido, de descolgar un tubo inexistente para discar un número que nada tiene que ver con nuestras cifras, y mucho menos comprender lo que desde el otro lado puedan estar diciéndonos con algún motivo igualmente confuso. Que el teléfono funciona, todo gato lo prueba con una honradez mal retribuida por parte de los abonados bípedos; nadie negará que su teléfono negro, blanco, barcino o angora llega a cada momento con un aire decidido, se detiene a los pies del abonado y produce un mensaje que nuestra literatura primaria y patética translitera estúpidamente en forma de miau y otros fonemas parecidos. Verbos sedosos, afelpados adjetivos, oraciones simples y compuestas pero siempre jabonosas y glicerinadas forman un discurso que en algunos casos se relaciona con el hambre, en cuya oportunidad el teléfono no es nada más que un gato, pero otras veces se expresa con absoluta prescindencia de su persona, lo que prueba que un gato es un teléfono.

Torpes y pretenciosos, hemos dejado pasar milenios sin responder a las llamadas, sin preguntarnos de dónde venían, quiénes estaban del otro lado de esa línea que una cola trémula se hartó de mostrarnos en cualquier casa del mundo. ¿De qué me sirve y nos sirve mi descubrimiento? Todo gato es un teléfono pero todo hombre es un pobre hombre. Vaya a saber lo que siguen diciéndonos, los caminos que nos muestran; por mi parte sólo he sido capaz de discar en mi teléfono ordinario el número de la universidad para la cual trabajo, y anunciar casi avergonzadamente mi descubrimiento. Parece inútil mencionar el silencio de tapioca congelada con que lo han recibido los sabios que contestan a ese tipo de llamadas.

Un Tal Lucas – Julio Cortázar

lunes, 29 de agosto de 2011

De jefes y trabajos.

... con tantas ganas de irme a la calle y olvidarme del radioteatro por dos o tres siglos, pero Lemos era el autor de moda y me pagaba bien para lo poco que yo tenía que hacer en sus programas, papeles más bien secundarios y en general antipáticos. Tenés la voz que conviene, decía amablemente Lemos, el radioescucha te escucha y te odia, no hace falta que traiciones a nadie o que mates a tu mamá con estricnina, vos abrís la boca y ahí nomás media Argentina quisiera romperte el alma a fuego lento.



Cambio de luces.
Fragmento

miércoles, 8 de junio de 2011

Hablando de mate

A nonstandard method of counting trees: Put a cat into each tree, walk your dog, and count how often he barks.


Proofs from the book

viernes, 27 de mayo de 2011

Burla burlando ya van seis delante

Más allá de los cincuenta años empezamos a morirnos poco a poco en otras muertes. Los grandes magos, los chamanes de la juventud parten sucesivamente. A veces ya no pensamos tanto en ellos, se habían quedado atrás en la historia; other voices, other rooms nos reclamaban. De alguna manera estaban siempre allí, pero como los cuadros que ya no se miran como al principio, los poemas que sólo perfuman vagamente la memoria.

Entonces -cada cual tendrá sus sombras queridas, sus grandes intercesores- llega el día en que el primero de ellos invade horriblemente los diarios y la radio. Tal vez tardaremos en darnos cuenta de que también nuestra muerte ha empezado ese día; yo sí lo supe la noche en que en mitad de una cena alguien aludió indiferente a una noticia de la televisión, en Milly-la-Forêt acababa de morir Jean Cocteau, un pedazo de mí también caía muerto sobre los manteles, entre las frases convencionales.

Los otros han ido siguiendo, siempre del mismo modo, la radio o los diarios, Louis Armstrong, Pablo Picasso, Stravinski, Duke Ellington, y anoche, mientras yo tosía en un hospital de La Habana, anoche en una voz de amigo que me traía hasta la cama el rumor del mundo de afuera, Charles Chaplin. Saldré de este hospital. Saldré curado, eso es seguro, pero por sexta vez un poco menos vivo.

J. Cortázar
de Un tal Lucas

sábado, 7 de mayo de 2011

Otro pedacito del mundo

Así como hoy. Llegar a un gran recinto: De la ciudad, Para los ciudadanos.

Acceso libre a un mundo entero de información: libros. Y ya no sólo eso, computadoras para más de 30 personas e internet gratis para todos. Y sillones! cómodos y tranquilos, luz natural, ese silencio de oficina (no burócrata), papeles, tecleos, gente trabajando. Gente de todos lados, edades, propósitos.

Me senté para leer después de un largo día pero trabajé y disfruté como hace mucho no podía.

Organizan exposiciones, recitales, proyecciones durante todo el mes... y mientras caminaba por el amplio pasillo que lleva a la entrada a este paraiso me hizo falta tu mano. Para sostenerla suavemente, en silencio, y poder compartir contigo este descubrimiento.

Adueñarnos de otro pedacito del mundo.

viernes, 6 de mayo de 2011

Sin hablar

De las cosas que se cuentan sin hablar.

De esas que son tan fáciles de transmitir con la punta de los dedos; porque en esos momentos no caminamos cadera con cadera, los brazos rodeando la cintura. De esas cosas que sólo son descubrir y llenarse de sensaciones nuevas; porque son normalmente nuevas para los dos.

Como llegar a un refugio con las estrellas alumbrando y al fondo la silueta de una ciudad contra el cielo azul rey de una noche despejada. Y de pronto el silencio que creamos, como una burbuja que nos une, que se va extendiendo a medida que los dos absorbemos la atmósfera del nuevo lugar.

Y es cierto, en ese instante nuestras manos se separan, somos una expedición que se divide por dos caminos para luego reencontrarse. Pero aún ahora no me atrevo a romper el silencio que dura varios minutos...

Cuando la esfera de asombro se ha desvanecido casi por completo nos damos cuenta que estamos sentados uno junto al otro, y seguro que las manos hablarán antes que nosotros.

viernes, 15 de abril de 2011

Tu dios y mi dios


Todos los dioses son iguales. Nos cuidan, son modelos del hombre y la vida, nos invitan a ser buenos y nosotros los invitamos a traernos buena fortuna. Y ninguno es único, ninguno es el verdadero, tal vez ese es el secreto que nos separa de la tolerancia.

El verdadero dios ha de estar escondido para todos los hombres, no tiene caso buscarlo, llamarle, ni actuar en su nombre. El verdadero dios no hablará, sólo conecta, está presente, jamás juzga ni actua. Eso es trabajo del hombre.

Los dioses nos impulsan, nos ayudan a entender el mundo, a convivir. Pero es nuestra fe en ellos lo que logra tales objetivos, es al final de cuentas nuestra fuerza propia. A nosotros sólo nos queda vivir, vivir, vivir. Siempre se vive de la mejor manera posible.

jueves, 14 de abril de 2011

lunes, 28 de febrero de 2011

domingo, 20 de febrero de 2011

Canción de cuna para ti



Mi jade precioso, mi pluma de quetzal.

jueves, 10 de febrero de 2011

La parvada

La tarde estaba cayendo y una atmósfera anaranjada cubría el ambiente. Ya estaban dejando atrás el bosque de pinos, el collado aún se veía a lo lejos, pero al menos por un tiempo estarían a salvo. Sólo si lograban librar este obstáculo que no habían contemplado.

Fue cuando vieron una parvada acercarse desde el poniente, pronto dejaron de ser sólo sombras y comenzaron a sobrevolar encima de ellos, en círculos cada vez más bajos, cada vez más lentos.

El contacto los estaba esperando, les habían dicho que después de 3 días caminando hacia oriente, por la orilla del bosque encontrarían a alguien, pero no les dijeron que estaría ahí, arriba del muro sin herramientas para ayudarlos.

Las aves se acercaban y ella temía que fueran espías del otro reino, su inquietud se desvaneció cuando descubrió la peculiaridad de aquellas aves rosadas, en realidad eran madejas de estambre rosado enrollado de manera que la dirección de las hebras daban textura y volumen a las plumas y a la colita que ayuda a estabilizar a estos animales maravillosos tan grandes y redondos como almohadones de sillón.

Una de las aves, una de las pocas que aún seguían rondando cada vez más bajo sufría la amenaza de desmadejarse, el estambre era tan grueso como cuerdas de escalada. La chica sin pensarlo dos veces la atrapó y lanzó el extremo de la colita desfigurada a su compañera arriba del muro. Sin decir palabra, la compañera arriba aseguró la cuerda, en silencio subió él, que ya estaba acostumbrado a improvisar en este ambiente hostil, para ella era la primera vez que escalaba sin protección, pero no titubeó, aún faltaba mucho por recorrer.

sábado, 5 de febrero de 2011




If kittens and
geomeotry are wrong,
do we really want
to be right?






Si los gatitos y la
geometría están equivocados,
realmente queremos
saber la verdad?

jueves, 20 de enero de 2011

Mensajes secretos

Hubo una vez que se perdieron en el bosque, cada quien fascinado por lo que encontraba a su paso, siguieron caminando hasta que se encontraron en extremos del bosque tan distantes que les tomaría meses, tal vez años para volverse a encontrar.

Pero el tiempo había pasado y sus lazos eran ahora fuertes, el bosque entero había sido testigo de su cariño y decidió ayudarlos...

Las mariposas iban y venían con mensajes secretos, sólo ellos sabían interpretar el vuelo coqueto de sus alas, incluso las luciérnagas y los grillos crearon todo un sistema para entregar mensajes nocturnos.

Los habitantes del bosque cuidaban de la chica en su nombre. Cuando la chica era sorprendida por una tormenta, las ramas de los árboles se entrelazaban aún más para no dejar que las gotas mojaran sus ropas. En seguida el viento llegaba fresco, con olor a tierra mojada y recuerdos del día soleado en el que se conocieron.

Los osos compartían sus postres de miel con ella, y después pasaban la tarde tomando una siesta en la pradera. Las ardillas ágiles llevaban encargos a este hombre, a veces eran frutitas y semillas, a veces ella las enviaba sólo a jugar frente a él para hacerlo sonreír.

El tiempo pasaría...
el tiempo siempre pasa...

martes, 18 de enero de 2011

Invierno II: Cae la nieve




La nieve cae,
sigue simplemente su curso en caída libre, es ligera y tal parecería que ella misma disfruta la libertad de sólo caer y caer...
y cada copo (hecho de varias docenas de copitos) se posa suavemente sobre la rama de un árbol, el pasamanos de una escalera, la nariz de alguno que otro transeúnte. Y si miras a contraluz se percibe toda la profundidad de una calle, está cubierta de miles y miles de copos, a distintas alturas y distancias, todos cayendo, suavemente, dejándose llevar como los pequeños trozos de algodón de azúcar que escapan a los vendedores en las ferias.

lunes, 17 de enero de 2011

Invierno I: Viento

Había sido invierno desde hacía un mes y el viento se había convertido en un verdadero enemigo para los habitantes de la ciudad. Nevaba, pero la nieve corría a la par del viento y podría decirse que apenas los copos rozaban el suelo, ya había una corriente contraria que los levantaba, y de nuevo emprendían su vuelo errático.

Aún así, de un día a otro los carros y las terrazas amanecían cubiertos de una gruesa capa blanca, ligera. Los dependientes llegaban por las mañana a limpiar los escalones de sus tiendas para recibir a la clientela que sin importar el clima continuaba con sus actividades diarias. Se enviaban camiones barredores de nieve para abrir paso a los carros y los peatones.

Éstos quitaban la mayor parte del la nieve, pero a lo largo del día se acumulaba más y más nieve y el paso cálido de la gente convertía los caminos en pequeñas albercas de nieve sucia y agua... los niños encontraban una razón para salir a las calles, nada malo les pasa cuando usan unas buenas botitas impermeables.

En general, la vida citadina seguía su curso, mientras la nieve comenzaba a crear una barrera cada vez más alta y compacta a los lados de las calles, alrededor de los árboles, en las terrazas deshabilitadas. Hasta ese día en que el viento cesó...

sábado, 15 de enero de 2011

viernes, 7 de enero de 2011

Senbazuru

From my new book of origami:

"Senbazuru is a Japanese word that literally means 1000 cranes. One of the world's oldest known origami books, hiden Senbazuru Orikata, reveals the secrets of folding senbazuru origami.

This technique requires specific cuts in the paper, that create multiple squares that are joined by small areas of paper."