sábado, 10 de abril de 2010

III, al otro lado del mundo

La vida se ve diferente desde cada ángulo, desde cada región del universo, al atravesar sus portales, la gente no vuelve a ser la misma. Hay quienes mudan de forma, otros comienzan su vida de nuevo, como volver a nacer, es como si estos portales filtraran recuerdos y cualidades, como si adaptaran a los seres a las dificultades de las nuevas regiones a las que llegan según normas bastantes caprichosas.

Este caza recompensas con armadura china había logrado su objetivo y en este instante se escabullía del gran Tipi, morada de la princesa de la región. El país estaba en guerra y descubrir que el heredero de apenas unos cuántos meses de edad había muerto podría causar conflictos políticos graves, inclinar la balanza.

Estaba amaneciendo, y por ahí y por allá había fumarolas, fruto de los primeros trabajos matutinos; incluso un poco de niebla y frescor cubría el ambiente.

Es por esto que habían mandando al hombre de la armadura a otros mundos, a buscar a un sustituto, para que la dinastía continuara. Era una misión delicada, dónde encontrar un hombre predestinado a la grandeza, a luchar por una familia real que lo acogería como suyo?

"Lo logré!" pensaba el hombre, mientras caminaba lentamente por entre las tiendas del campamento, había encontrado un niño que ahora pasaba por hijo de la princesa, la moradora del gran Tipi. Lo había transportado a este otro universo y ahora la historia seguiría su curso como si él jamás lo hubiera manipulado.

Pero la luz del día ahora era completa, clara. Y hubo gente que lo vio salir reptando del gran Tipi, habían descubierto el engaño y ahora lo perseguían con arcos y flechas. Lo último que sintió fue el dolor de una flecha en su pierna, cayó.

"Todo está perdido" fue lo último que cruzó su mente mientras su vista se nublaba, pensando "y ¿ahora qué será?"

2 comentarios:

Talina dijo...

y que paso entonces?

Tpks dijo...

Desperté :P saludos!