domingo, 29 de marzo de 2009

La ultima conquista

Siempre pudo trepar a la cama.

Y a los pocos días, conquistó el tocador. O lo que podía conquistarse de ese mueble que terminó sin más objetos que un pequeño caracol y un cuadro al estilo Gaudi.

Saltar de un sillón a la cama era empresa soñada. Pero siempre, después de observar la distancia con sus grandes ojos fijos decidía que era mejor hacer una parada intermedia en el suelo. Y sin embargo, ahora trepa a la cama, salta al sillón y termina alcanzando la ventana.

Ahora que no tenía sillón para poner mi ropa y los accesorios que habitualmente se encuentran en el tocador tuvieron que ser reubicados. El único refugio fuera del peligro de las exploraciones felinas era arriba de mi ropero. Así pasó el tiempo y mi compañera aprendió a respetar mis cosas... o yo aprendí a no dejarlas dentro de su alcance.

Ayer amanecí y me percaté preocupada que Mirumi reconocía terreno recien conquistado, oliendo unos aretes y tirando al suelo otros. Lo único que pude hacer fue poner una cerca de botellitas de agua y algunos sprays para aumentar la dificultad del salto. Mi ropero ahora no se ve bien pero almenos creo que está seguro.

Hoy en la mañana vi con terror que hay planes de reconquista:

Mirumi silenciosa, con la mirada fija en su único objetivo en ese momento, el nuevo reto.
Sé que un día lo intentará, y cuando lo haga...

Curioso el tiempo

Desperté,
con el tiempo en mis manos.

Pensé que en esa oportunidad, uno querría desdoblarlo, tomar sólo un minuto y multiplicarlo, como el milagro del pan y los peces. Hacer que el día durase ahora por lo menos unas 28 horas.

Que los rayos del sol poniente se prolongasen al menos por 2 horas. ¿Has notado el resplandor de las hojas en los árboles con la luz cayendo casi horizontalmente sobre ellas? Todo cobra un matiz rojizo y cálido. Uno podría intentarlo todo o perdonarlo todo en esos momentos.

Que las noches plateadas durasen lo suficiente para despertar después de una larga siesta y aún tener tiempo de caminar y caminar sintiendo el frescor de la noche en el rostro, o el silencio donde lo único que se percibe es la respiración tranquila. Uno podría entenderlo todo y sonreir comprendiendo que esto no es más que una broma que nos hace el dios bondadoso.

O tal vez tenía conmigo la única oportunidad de cambiar el orden del tiempo, reorganizarlo, hacerlo rendir...

Pero no, tenía el tiempo en mis manos
y miraba apacible de un entrenamiento de tenis, disfrutaba de un vaso con fruta y granola.

domingo, 15 de febrero de 2009

Bigotes Despertadores

Ya lo había probado con todo.

Desde relojes despertadores que siempre olvidas reactivar cada noche y que de todos modos los desactivas con un almohadazo en la mañana.
O los radio despertadores y en alguna ocasión el despertador de la televisión. Estos solían ser una buena forma de empezar el día, a menos que ese día despertarás de súbito entendiendo por fin porque tu sueño de pronto tomó un giro inesperado o comenzó a estar musicalizado y ahora estás cuarenta minutos retrasado.
Por fin terminé usando, como muchos, el despertador del celular, asegurándome de dejarlo en una superficie adecuada para que la simple vibración molestara suficiente por la mañana, de otro modo no lograría despertar por completo para las ocho de la mañana.

Pero ahora tengo un nuevo método, después de dos semanas de luchar en contra de las corretizas de mi gata a las 2 y a las 4 de la mañana he logrado que sólo se acerque a mi después de las 6:30,
esos lindos bigotitos que siento cada mañana se acercan curiosos y logran despertarme con una sonrisa.

Claro, entre semana me alegra tener un despertador tan amigable y realmente disfruto ahora poder aprovechar más el día, no más desayunos apresurados, ni cuartos desordenados por falta de tiempo.

Pero cómo desearía que el sol saliera al menos una hora y media más tarde los fines de semana!

viernes, 6 de febrero de 2009

La cuidad

Era un buen día, el tiempo fresco y la luna apacible.

Así que decidió caminar al lado de su compañera, estaba demasiado cansada para montar en la bici y prefería caminar paciente por la ciudad, no tardaría más de cuarenta minutos.

Hace más de un año que atravesaba esa colonia, calles casi desiertas a excepción de uno que otro taller mecánico aún abierto al caer la tarde. Hermosas calles libres en donde podía conducir sin preocupaciones ni prisa.

Estaba cansada pero aun así tenía ánimo para ver una película, sentarse a platicar o simplemente pasar el tiempo en compañía...

Un chico desgarbado, las dos manos firmemente levantadas, presionó con algo la cabeza de un hombre en un auto. La chica caminando confiada por la calle sólo se dio cuenta de algo, del peligro... hasta que estuvo a menos de dos metros del auto.

No quiso correr, llamar la atención, qué pasaba, no quería estar involucrada.

Cambio de lado de la calle, lo que el muchacho sostenía era un control remoto y ahora festejaba lo real que su amenaza sonaba por fin. Aquellos que deciden robar autos en los semáforos tienen que estar seguros de lo que hacen. Hay que ser profesionales, pues.

No quería asustarse, ni juzgar; ella esta siempre a favor de tolerar al prójimo, incluso si hace daño. Quería tan sólo pensar en aquella noche, encontrarse con alguien, y
hacía las llamadas pertinentes.

-¿Quieres un celular?- un hombre de baja estatura preguntando a su compañero, frente al taller y caminando tan directamente hacia ella y su bici. Tan casual y cauteloso, pero se arrepintió porque la chica se había dado cuenta, de algo... de él.

Suficiente por una tarde, montó la bici y dejó la colonia.

Esa noche lloró.

martes, 13 de enero de 2009

Pintan casas a domicilio

Dicen que la vida nos va llevando por extraños caminos, hasta que por fin hallamos nuestro lugar el en universo...

-Your're the most qualified painters I've ever seen in my life. And I've been quite around-

Sonrieron, mientras tomaban un sorbo más de aquel chocolate caliente, despues de trabajar todo el día disfrutaban del sol que estaba a punto de ponerse y la luz radiante que entraba a la habitación.

Entonces, la más joven habló. Aquel invierno visitaba a su hermana, quería continuar sus estudios de posgrado y estaba considerando hacerlo en la gran universidad de la ciudad, era una visita de reconocimiento. Conocer los alrededores, la calidez de la gente.

La mayor también lo recorbaba bien, aquel año abria su tercer negocio, esa vez se trataba de dar asesoramiento y asistencia estética, comenzó vendiendo joyeria maravillosa y ahora ampliaría su mercado a maquillaje y masajes de todo tipo.

Aquel año las temperaturas bajaron mucho más de lo normal, solo los más audaces se atrevían a salir a las calles. Pocos tenían la vestimenta adecuada y otros más simplemente no soportaban los altos índices de contaminación debidos al efecto inverdadero.

Así fue como comenzo todo, con una pequeña remodelacion de la casa. Primero las paredes con azulejos blancos debían ser mas alegres, y encontraron las florecillas perfectas. Luego era bueno tener algo que ver y sonreír al tomar y regresar todo tipo de cajas y cajitas, varios collages. Y cuando eso se terminó comenzaron a pintar la casa de colores alegres y llenos de energía, luego un pequeño detalle en aquella pared, otro friso discreto por allá.

Cuando la casa quedo lista, las clientas del negocio de joyería comenzaron a pedir consejos y ayuda para decorar su propia casa, "se pintan casas a domicilio" era la frase con la se referían a su nuevo hobbie, era maravilloso encontrar el lugar perfecto, el color, la energía adecuada para cada cosa en cada nueva casa a la que llegaban.

El tiempo llego que la menor de las hermanas tenía que decidirse por una universidad, un nuevo camino que la acercara a su meta final, la investigación. Entonces lo decidió.

Y ahora, mucho tiempo después, seguían pidiendo chocolate caliente al terminar el trabajo de cada día, satisfechas de lograr lo mejor de un hogar. Justo al atardecer.

lunes, 22 de diciembre de 2008

Su primera impresión de la muerte

Fue un día que una mosca negra y gorda no nos dejaba dormir. Las orejas prestas, los ojos atentos, Mirumi sabía perfectamente por donde volaba la intrusa y cuando podía intentaba un arañazo, pero no era suficiente.

Alguna vez has notado lo sensible del oído de un gato?
Era momento de poner fin a la tortura o no dormiríamos jamás.

Un simple golpe derribó a la mosca, que cayó sobre el tocador, inconsciente. Ah, pero he visto revivir moscas que no han perdido por completo la vida, así que un golpe más aseguraría la victoria.

Claro, que esta vez fue un poco más desagradable. Mirumi no lo sabía y quería saber que sucedía con su pequeña enemiga de la noche. Se acercó, y de pronto dio el salto de horror más sincero y espontáneo que he visto.

Y es que la mosca era ahora una cápsula abierta, se podía ver el tejido amarillento a medio salir.

No creo que Mirumi conociera realmente la anatomía de un insecto, mucho menos creo que pueda haber mucha diferencia entre el olor de una mosca y su interior. Pero era claro que algo le había sucedido, catastrófico e irreparable.

Era la muerte.

La vida es una espiral

De pronto dejé de escribir,

viajar varias semanas, terminar una carrera y ver casarse a tu hermana no es algo que deje mucho tiempo.


Y sin embargo fue algo más, pasó un año desde que decidí contar cosas aquí... el mundo se ve diferente ahora e ir recordando poco a poco todo lo que ha sucedido me trae al mismo sitio, pero en una perspectiva más alta.

El cuento "
Und er kommte bis die Chachalacas-Dünen" ya no espera ser publicado... o tal vez después, por no dejar...

Que el nuevo año comience