Tres amigos comentaban caminando junto al río en un noche fresca:
-Mi perra, Gandola, murió cuando tenía 15 años
-¿y de qué murió? ¿era vieja?
-No, pero la vecina tenía ratas y creemos que se comió una rata envenenada
Entonces el tercero, como quien cuenta el chiste del perrito Resitol que se cayó y se pegó, comentó:
-El hermano de mi abuela se comió un pan con arsénico que estaba junto a una maceta, para las ratas, y se murió.
Y sólo Julito podría decir algo mejor acerca de la vida, y de la muerte.
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