miércoles, 30 de enero de 2008
Tic tac toe o sobre la estrategia ganadora
Uno se divierte un tiempo cuando de niño aprendes a jugar gato (tic tac toe) pero pronto pierde su chiste. Uno se da cuenta como tirar para engañar al oponente, y el oponente se da cuenta como tirar para no caer en el engaño: dos buenos jugadores terminarán siempre en empate.
Compré un gato tridimensional, con la esperanza de un nuevo reto. Pero tras 15 o 20 minutos de varias partidas con un oponente análitico llegamos a la conclusión de que el gato tridimensional es aún más cruel: si un buen jugador comienza, el oponente no tendrá oportunidad, perderá por haber sido el segundo.
Este tipo de juegos, en donde se puede encontrar un jugador que siempre gane sin importar lo que su oponente decida se conoce como juego con estrategia ganadora. Son muy buenos como preguntas de concursos en las escuelas y para iniciar en el arte de la argumentación a los jóvenes matemáticos. Claro que su interés no es jugarlos, sino decifrar el secreto que hace que uno de los jugadores sea irremediablemente vencido una y otra vez.Así pues, no son recomendables sino como ejercicio mental, una vez develado el secreto el juego se convierte de un sólo jugador.
Triste dejé mi hermoso gato en 3d como decoración de la habitación, en realidad sólo fue un acertijo.
martes, 29 de enero de 2008
Cojita del pie derecho...
La cojita está embarazada.
Se mueve trabajosamente,
pero qué dulce mirada
mira de frente.
Se le agrandaron los ojos
como si su niño
también le creciera en ellos
pequeño y limpio.
A veces se queda viendo
quién sabe qué cosas
que sus ojos blancos
se le vuelven rosas.
Anda entre toda la gente
trabajosamente.
No puede disimular,
pero, a punto de llorar,
la cojita, de repente,
se mira el vientre
y ríe. Y ríe la gente.
La cojita está embarazada
ahorita está en su balcón
y yo creo que se alegra
cantándose una canción:
«cojita del pie derecho
y también del corazón».
Se mueve trabajosamente,
pero qué dulce mirada
mira de frente.
Se le agrandaron los ojos
como si su niño
también le creciera en ellos
pequeño y limpio.
A veces se queda viendo
quién sabe qué cosas
que sus ojos blancos
se le vuelven rosas.
Anda entre toda la gente
trabajosamente.
No puede disimular,
pero, a punto de llorar,
la cojita, de repente,
se mira el vientre
y ríe. Y ríe la gente.
La cojita está embarazada
ahorita está en su balcón
y yo creo que se alegra
cantándose una canción:
«cojita del pie derecho
y también del corazón».
jueves, 24 de enero de 2008
martes, 22 de enero de 2008
Niños I
11
Los dos llegaron cojeando: Guy y el perrito más dócil que había nacido en el patio. Guy tenía una pierna vendada y el perrito una de las patitas envuelta en trapos. Los dos caminaban a saltos. El perrito gruñía- tal vez de dolor- y meneaba la cola- tal vez de agradecimiento.
-Nos caimos, Jacinto.
-Ya lo veo niño Guy.
-Al perrito se le torció una patita. Ya se la compuse.
-¿Y tú?
-Acércate. No se lo digas a nadie. Yo no tengo nada. Me vendé sólo para consolarlo.
Fragmento De Canek,
(La Intimidad)
Los dos llegaron cojeando: Guy y el perrito más dócil que había nacido en el patio. Guy tenía una pierna vendada y el perrito una de las patitas envuelta en trapos. Los dos caminaban a saltos. El perrito gruñía- tal vez de dolor- y meneaba la cola- tal vez de agradecimiento.
-Nos caimos, Jacinto.
-Ya lo veo niño Guy.
-Al perrito se le torció una patita. Ya se la compuse.
-¿Y tú?
-Acércate. No se lo digas a nadie. Yo no tengo nada. Me vendé sólo para consolarlo.
Fragmento De Canek,
(La Intimidad)
viernes, 18 de enero de 2008
Bienvenidos!
Erase una vez Pi
Dicen que puedes encontrar cualquier número que te propongas en la larga cadena de cifras decimales de Pi, a mí me parece un cuento de hadas lindo de creer...
El número Pi es digno de admiración
tres coma uno cuatro uno
todas sus cifras siguientes también son iniciales
cinco nueve dos, porque nunca se termina.
No permite abarcarlo con la mirada seis cinco tres cinco
con un cálculo ocho nueve
con la imaginación siete nueve
o en broma tres dos tres, es decir, por comparación
ocho cuatro seis con cualquier otra cosa
dos seis cuatro tres en el mundo.
La más larga serpiente después de varios metros se interrumpe
Igualmente, aunque un poco más tarde, hacen las serpientes fabulosas
El cortejo de cifras que forman el número Pi
no se detiene en el margen de una hoja,
es capaz de prolongarse por la mesa, a través del aire,
a través del muro, de una hoja, del nido de un pajaro,
de las nubes, directamente al cielo
a través de la total hinchazón e inmensidad del cielo.
Oh, que corta es la cola del cometa, como la de un raton!
Que frágil el rayo de la estrella que se encorva en cualquier espacio!
Pero aquí dos tres quince trescientos noventa
mi número de télefono, la talla de tu camisa
año mil novecientos setenta y tres sexto piso
número de habitantes sesenta y cinco céntimos
la medida de la cadera dos dedos la charada y el codigo
en el que mi ruiseñor vuela y canta
y pide un comportamiento tranquilo
tambien transcurren la tierra y el cielo
pero no el numero Pi, este no,
el es todavia un buen cinco
no es un ocho cualquiera
ni el último siete
metiendo prisa, oh, metiendo prisa a la perezosa eternidad
para la permanencia.
---Wislawa Szymborska
Sobre la autora,
http://amediavoz.com/szymborska.htm
Sobre de pi y el arte de piar,
http://www.ivic.ve/estudio_de_la_ciencia/Numeroesp.pdf
El número Pi es digno de admiración
tres coma uno cuatro uno
todas sus cifras siguientes también son iniciales
cinco nueve dos, porque nunca se termina.
No permite abarcarlo con la mirada seis cinco tres cinco
con un cálculo ocho nueve
con la imaginación siete nueve
o en broma tres dos tres, es decir, por comparación
ocho cuatro seis con cualquier otra cosa
dos seis cuatro tres en el mundo.
La más larga serpiente después de varios metros se interrumpe
Igualmente, aunque un poco más tarde, hacen las serpientes fabulosas
El cortejo de cifras que forman el número Pi
no se detiene en el margen de una hoja,
es capaz de prolongarse por la mesa, a través del aire,
a través del muro, de una hoja, del nido de un pajaro,
de las nubes, directamente al cielo
a través de la total hinchazón e inmensidad del cielo.
Oh, que corta es la cola del cometa, como la de un raton!
Que frágil el rayo de la estrella que se encorva en cualquier espacio!
Pero aquí dos tres quince trescientos noventa
mi número de télefono, la talla de tu camisa
año mil novecientos setenta y tres sexto piso
número de habitantes sesenta y cinco céntimos
la medida de la cadera dos dedos la charada y el codigo
en el que mi ruiseñor vuela y canta
y pide un comportamiento tranquilo
tambien transcurren la tierra y el cielo
pero no el numero Pi, este no,
el es todavia un buen cinco
no es un ocho cualquiera
ni el último siete
metiendo prisa, oh, metiendo prisa a la perezosa eternidad
para la permanencia.
---Wislawa Szymborska
Sobre la autora,
http://amediavoz.com/szymborska.htm
Sobre de pi y el arte de piar,
http://www.ivic.ve/estudio_de_la_ciencia/Numeroesp.pdf
martes, 15 de enero de 2008
El monte de las lagartijas
Esta tierra está llena de pequeñas colinas verdes, algunos árboles y lagartijas tiesas tiesas de color verde claro. El pasto es esponjoso y largo, una delicia dormir en esas tierras que conocí de noche.
También las aves son dignas de admiración, rojas y amarillas se posan en el suelo y en grupos de 5 comienzan a girar mientras se elevan en el aire unidas de alguna manera por el pico. Eso sólo pasa en lo alto de las colinas, más abajo están las lagartijas, con su cola larga, en reunión para comentar los últimos sucesos de la comarca, curioso, también se reúnen en grupos estrellados de cinco.
Si no tienes cuidado y pisas descalzo, porque en esa región no se acostumbran los zapatos, alguna lagartija se queda prendida a ti, como una pinza indolora y tiesa; y vaya que es difícil evadirlas.
Entonces, desperté.
También las aves son dignas de admiración, rojas y amarillas se posan en el suelo y en grupos de 5 comienzan a girar mientras se elevan en el aire unidas de alguna manera por el pico. Eso sólo pasa en lo alto de las colinas, más abajo están las lagartijas, con su cola larga, en reunión para comentar los últimos sucesos de la comarca, curioso, también se reúnen en grupos estrellados de cinco.
Si no tienes cuidado y pisas descalzo, porque en esa región no se acostumbran los zapatos, alguna lagartija se queda prendida a ti, como una pinza indolora y tiesa; y vaya que es difícil evadirlas.
Entonces, desperté.
lunes, 14 de enero de 2008
Esa noche
Comenzaba el atardecer y la chica se mecía plácida en la hamaca tomando el fresco.
Hablaba por teléfono, la mirada fija en aquél árbol lejano que se cruzaba con los cables de luz, la poca luz no dejaba saber si las ramas estaban adelante, atrás o a través de los cables... la mirada perdida en sus ramas...
Esa noche tiraron el árbol.
Estaba seco.
Hablaba por teléfono, la mirada fija en aquél árbol lejano que se cruzaba con los cables de luz, la poca luz no dejaba saber si las ramas estaban adelante, atrás o a través de los cables... la mirada perdida en sus ramas...
Esa noche tiraron el árbol.
Estaba seco.
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