lunes, 2 de agosto de 2010

La última exploración

Nosotros llegamos del lado del valle, amplio y verde ya ahí el sol brillaba demasiado para la época del año. Un explorador suizo esperaba que terminaran las obras, absorto al borde de la entrada que apenas unos minutos antes los trabajadores del otro, del osado, habían abierto para comenzar la búsqueda, nadie le prestaba atención y eso era bueno, al final de cuentas él no estaba a cargo.

Todo aquél que lo pensara con un poco de cuidado se daría cuenta: el otro, ése era un farsante. De hecho era un peligro dejar que él estuviera a cargo; pero ahora era demasiado tarde, esto se había convertido en un proyecto de la nación y todos confianban en su popularidad. Tan sólo habiendo estado al margen de tres o cuatro expediciones similares tenía el descaro de decir que era un experto en el área.

El explorador suizo sabía que sólo tenía que esperar a que el paso estuviera terminado. Del otro lado del valle él y su equipo podrían continuar, había detalles que el otro no había tomado en cuenta, ni siquiera tenían que apurarse, el otro, era impulsivo y no se daría cuenta de que tomarían otro camino mejor, además creían que el otro ni siquiera sabía a ciencia cierta qué estaba buscando.

Así esperaba el suizo cuando nosotros llegamos al lugar. La energía empleada en construir el paso al otro lado del valle eran impresionante; todos estaban alertas por algún posible derrumbe. Lo más increíble era ver qué había del otro lado...

viernes, 16 de julio de 2010

Yo no lo sé de cierto

Yo no lo sé de cierto, pero supongo
que una mujer y un hombre un día se quieren,
se van quedando solos poco a poco,
algo en su corazón les dice que están solos,
solos sobre la tierra se penetran,
se van matando el uno al otro.

Todo se hace en silencio. Como
se hace la luz dentro del ojo.
El amor une cuerpos.
En silencio se van llenando el uno al otro.
Cualquier día despiertan, sobre brazos;
piensan entonces que lo saben todo.
Se ven desnudos y lo saben todo.
(Yo no lo sé de cierto. Lo supongo.)

J. Sabines

lunes, 19 de abril de 2010

Geheimnis

Hast du einmal gedacht, warum es so viele geheimnische Sprachen gibt?

Vielleicht das ist so man kann mit jemand ihre tiefe Gedenken teilen.

Oder ihre shlechtest Gefühllen.

sábado, 10 de abril de 2010

III, al otro lado del mundo

La vida se ve diferente desde cada ángulo, desde cada región del universo, al atravesar sus portales, la gente no vuelve a ser la misma. Hay quienes mudan de forma, otros comienzan su vida de nuevo, como volver a nacer, es como si estos portales filtraran recuerdos y cualidades, como si adaptaran a los seres a las dificultades de las nuevas regiones a las que llegan según normas bastantes caprichosas.

Este caza recompensas con armadura china había logrado su objetivo y en este instante se escabullía del gran Tipi, morada de la princesa de la región. El país estaba en guerra y descubrir que el heredero de apenas unos cuántos meses de edad había muerto podría causar conflictos políticos graves, inclinar la balanza.

Estaba amaneciendo, y por ahí y por allá había fumarolas, fruto de los primeros trabajos matutinos; incluso un poco de niebla y frescor cubría el ambiente.

Es por esto que habían mandando al hombre de la armadura a otros mundos, a buscar a un sustituto, para que la dinastía continuara. Era una misión delicada, dónde encontrar un hombre predestinado a la grandeza, a luchar por una familia real que lo acogería como suyo?

"Lo logré!" pensaba el hombre, mientras caminaba lentamente por entre las tiendas del campamento, había encontrado un niño que ahora pasaba por hijo de la princesa, la moradora del gran Tipi. Lo había transportado a este otro universo y ahora la historia seguiría su curso como si él jamás lo hubiera manipulado.

Pero la luz del día ahora era completa, clara. Y hubo gente que lo vio salir reptando del gran Tipi, habían descubierto el engaño y ahora lo perseguían con arcos y flechas. Lo último que sintió fue el dolor de una flecha en su pierna, cayó.

"Todo está perdido" fue lo último que cruzó su mente mientras su vista se nublaba, pensando "y ¿ahora qué será?"

viernes, 2 de abril de 2010

Los días pasaban

Ambos amaban el bosque, pero por mucho tiempo no regresaron.

Casi sin darse cuenta, se alejaban recorriendo la rivera, siguiendo el rumor del agua corriendo ligera, tomando el sol o bañandose. Las noches se fundían con historias de sus aventuras, con sueños pasados, con recuerdos alegres de ese mismo día; ninguno de los dos podía decir exactamente en qué momento dejaban de mirar las estrellas para mirar las maravillas inconexas de los sueños.

Era un ir y venir constante pero imperceptible. Tampoco se dieron cuenta cuando se alejaron del cauce del río, llegando a una planicie llena de flores y algunos árboles aislados que daban buena sombra. Cocinando con lo que hubiera a la mano, el momento de la preparación se alargaba con juegos, hablando de las novedades del momento. Siempre había algo sencillo pero delicioso, con olor a ajonjolí, hierbas, naranjas o pimienta.

Pasaban mucho tiempo en un pueblo donde se presentaba una historia diferente cada noche en la plaza. Con algodones de azúcar, elotes asados y gorditas de chicharrón todas las señoritas y parejas asistían al evento nocturno. Historias de amigos, de luchas, de aventuras, de cómo se ve la vida, de asesinos, de amor. Ellos llegaban poco antes de la función montados en caballos pequeños y juguetones, se sentaban en el borde de la fuente y miraban absortos cada escena, ella recargada en su hombro, él tomando un taza de chocolate caliente.

Para ellos los días pasaban constantes, siempre diferentes y jugosos. Para ellos, la vida era un caminar por el mundo, siempre mirando, siempre saboreando.

Manchas con pastel! (tercera gira mirando)











Segunda expo de Querétaro, donde cosas maravillosas pasan en cada rincón de cada andador...

jueves, 25 de marzo de 2010

Un hombre montado a caballo

Mi abuelo pudo ser otro que aquella figura alta, de ojos claros, ascendencia española y carácter recio. Mi abuela siempre será esa mujer dulce, pequeña, de cara redonda y sonrisa maravillosa.

A ella le tocó criar a sus hermanos antes que a sus 7 hijos y tres hijastros. Él vivió sus mejores aventuras de niño junto con el Cuatito en el hospicio. Pero el otro, el montado a caballo... vivió sus primeros años en el rancho de su padre.

Mi abuelo perdió a su primera esposa y de pronto se vio sólo con tres hijos. Mi abuela tenía un hijo sin padre. No sé bien cómo fue que se casaron. Pero al otro, al hacendado en busca de novia... a él le dijeron que mi abuela había muerto durante la noche.

De ese hombre a caballo no sé más que un día fue a pedir una visita para ver a mi abuela. Claro- dijo Pablito, el abuelo de mi madre- venga mañana por la mañana. Esa misma noche mi abuela fue enviada lejos lejos, con una tía.

De ese hombre a caballo sólo sé que pudo haber cambiado la vida de mi abuela.
Que escogieron por ella.